Una de las grandes dudas que tiene la gente a la hora comprar una vivienda o local es ¿Cuánto me va a costar la reforma? Y es que es difícil, por no decir imposible, encontrar un inmueble nuevo en medio de la ciudad. Nuestras ciudades están envejecidas, se calcula que el 30% de los edificios tiene más de 50 años. Por eso cuando queremos comprar una casa o un local dentro de la población es fácil que necesiten reforma.
Sin embargo, para dar un precio realista no es suficiente con ir y ver el edificio. Necesitamos saber en qué estado se encuentra, si la estructura está bien y qué quieres hacer allí. Las obras que se hacen sobre la marcha sin un plan casi nunca salen bien. Aparecen imprevistos, se piensan las cosas tarde y hay que corregir lo que estaba hecho, las obras se retrasan… Todo esto son gastos extraordinarios que pueden llegar a duplicar el presupuesto.
Antes de empezar cualquier obra, hay que hacer un proyecto donde se defina exactamente qué vamos a hacer, con qué forma y con qué materiales. Esta es la única manera de que la constructora afine el precio y salgan pocas sorpresas.
Pero aquí es donde aparece otra gran duda: ¿Lo que quiero, se puede hacer?
Nuestra labor como arquitectos es acompañarte en ese proceso. Te ayudaremos a definir cuáles son tus necesidades, qué es imprescindible para ti y cómo te gustaría que sea tu casa o tu negocio. Una vez esté claro, traduciremos esa idea a formas y materiales para trazar nuestro plan de obra que es el Proyecto.
¿Cuándo es necesario el Proyecto de reforma o rehabilitación?
Según la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación artículo 2 b), se consideran “edificación” y por lo tanto requieren de Proyecto todas las obras que modifiquen la estructura, la envolvente o la configuración arquitectónica.
Es decir, cuando modificamos pilares, vigas, muros de carga, escalera, fachada, cubierta, patios, hacemos una ampliación, cambiamos sustancialmente las instalaciones o la distribución, se necesita un Proyecto visado.
Si la reforma modifica sólo parte de la distribución y nada más, puede que sea suficiente con un Diseño de Interior. Ante la duda, consúltanos y revisaremos tu caso.
El proyecto de reforma se divide en varias etapas:
ANTEPROYECTO
En el que revisamos lo que hay actualmente, hacemos consultas previas al ayuntamiento, definimos el programa (necesidades, estancias, imprescindibles…) y vemos las posibilidades que tiene el inmueble.
PROYECTO DE EJECUCIÓN
Cuando la forma está clara, pasamos a definir cómo se va a construir. En esta fase se incluyen los detalles constructivos, cálculos estructurales, de instalaciones y otros que la administración solicite. En este punto queda todo claro para todas las personas que intervienen en la obra, para que todo se ejecute conforme al plan.
DIRECCIÓN DE OBRA
La dirección facultativa (arquitecto + aparejador), velarán por que todo se ejecute conforme al plan. Si surgiera algún contratiempo decidiremos cómo proseguir para que la obra no pare. En caso de que la decisión dependa del propietario lo asesoraremos en todo momento.
FINAL DE OBRA
Una vez terminada la obra, se comprueba que todo se ha hecho conforme al proyecto para que el ayuntamiento pueda otorgar la licencia de habitabilidad o actividad.
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